miércoles, 10 de abril de 2013

Hoy quiero confesar

                                                                            Dedicado a la Princesa Mayor del Reino

Hay veces en las que a una le apetece desnudarse, deshacerse del atuendo de madre ejemplar, amante esposa y amiga de sangre y confesar la verdad. Así que hoy confieso: Me llamo Fulana de Tal y soy... tremendamente competitiva.
Todo empezó cuando nací y me enteré de que había quedado segunda. Sospeché algo durante mi estancia en el útero materno que, aunque bastante limpio y acogedor, tenía un cierto halo de "segunda mano" que no sabría describir. Me había costado mucho llegar la primera a la fecundación porque, aunque la mayoría iba en plan "manada" o "sábado por la mañana en Ikea", había un grupito de cinco corredores muy devotos que habían hecho la promesa al Gran Testículo de que o entraban juntos o no entraría ninguno.Y yo, que las pillo al vuelo, me hice coleguita del que me pareció más flojo (diciéndole lo típico, que lo había visto por ahí, que si era igualito de Joselito, el Pequeño Ruiseñor, que si luego se podrían llamar los CarrionsFive, en fin, cosas que se dicen en el frenesí del momento) y cuando quedaban apenas unas micras para entrar al óvulo, le guiñé un ojo, le enseñé mi cola, dudó un microsegundo, dudaron los otros cuatro, y yo me colé. Bueno, qué momentazo; la pena es que me quedé sin cola y bastante sola, así que me dediqué a lo mío que era convertirme en un cigoto de pro.
Luego, cuando nací, me tiré tres semanas haciendo que dormía para que me dejaran tranquila y así poder dedicarme a trazar mi plan maestro que no era otro que el de ganar a mi hermana mayor en todos aquellos campos de lo que viene siendo la vida misma. Lo que yo no sabía es que la muy traidora me observaba de cerca y que lo nuestro sería la historia interminable de:
-"¡Mira mamá, he sacado un 9!"
-"¡Mirá mamá, he sacado un 10"
-"¡Mira mamá, tengo un novio!"
-"¡Mira mamá, tengo dos novios!
-"¡Mira mamá, tengo un hijo!"
-"¡Mira mamá, tengo dos hijas!"
No digo quien es quien para mantener la privacidad de las individuas. Pero vamos, no hay que ser un lince.
Esto de la competición se lleva en la sangre. Por ejemplo, si me preguntas eso de: -"oiga perdone, ¿usted cree que un competidor se hace o nace así directamente?". Pues está claro lo que te voy a contestar. Se es o no se es, tampoco te puedes inventar serlo porque luego pierdes, felicitas al ganador en un descuido y ahí se descubre todo el percal: tú no eres un verdadero competidor, eres la vergüenza de los de mi calaña.
En esto de querer ganar a toda costa, he pasado de ser madridista a barcelonista según quién ganara la liga. Un año me hice incluso del Deportivo de la Coruña. Me hice tanto que renové todo el armario con los colores de la equipación y juré a mi entonces novio que, si teníamos un niño algún día, le llamaríamos Bebeto. Al año siguiente dejé al Depor, al novio y le escribí una carta a Amancio Ortega para que considerara el blanco y azul eléctrico como colores de moda para su colección de Zara (aún no me daba para comprar en Massimo Dutti y tampoco íbamos a ir todas iguales).
A buena esposa de mi marido no hay quien me gane. Mi marido sabe que no tiene que buscar más, lo sabe desde el día en que le sorprendí diciendo que mi comida, mi libro y mi película favorita era Tomates verdes fritos. Él descubrió en mí a una humorista, una cocinera y una cinéfila a la vez y yo descubrí que las mujeres sabemos más que los ratones colorados (y que no era seguidor de los Simpsons, de donde había copiado vilmente mi frase). 
De un tiempo a esta parte sospecho que sabe lo de mi obsesión por ganar en todo. Hace tres semanas me dijo:
-"Cariño, sabes que Mengana, la mujer de Citrano, le ha preparado una cena a base de marisco y cervezas para diez amigos la noche de la Champions y ella se fue a casa de su madre a dormir para no molestarlos?"
"Será perra"- pensé. Y la noche de la final tenía preparada una mesa con cuarenta bocadillos de panceta recién salida de la barbacoa, doscientas Coronitas heladas con su limón cortadito y el Interviú de la Belén Esteban, que buena esposa sí, pero tonta tampoco. Yo me fui a un hotel con spa esa noche con mis niñas por el mismo motivo por el que la Interviú era el de la Esteban y no la de Pilar Rubio, por ejemplo.
Otra noche me contó, como de pasada, que la misma Mengana le había regalado al mismo Citrano, una televisión con highresolution TGR con dolvipremium integrado en red y con dos años de Gol TV pagado por adelantado.
"Este zorrón me está buscando las cosquillas"- volví a pensar. Y al Media Mark de cabeza porque a mí, a buena esposa no me gana ni mi prima Ángela, felizmente casada desde hace quince años con Dios. 
El caso es que, aunque algo dentro de mí me decía que lo sabía todo y que me estaba poniendo a prueba, otro algo también dentro de mí, me decía que no perdiera tiempo en pensar y me dedicara a lo que mejor sé hacer: ganar.
Después de toda esta confesión, muchos os preguntaréis por mi reacción cuando por cualquier causa desconocida, pierdo.
Pues bien, no lo puedo decir. Lo mismo pronto sois testigos de ello porque esta última competición no la voy a ganar: hoy me ha contado mi marido que Mengana le ha regalado a Citrano por su 40 cumpleaños, un trío con la rubia de la oficina.
Los hay con suerte.


10 comentarios:

  1. Podría decir que lo que más me gusta de esta entrada es la dedicatoria, pero no. Me encantas tú y me chifla como escribes. En ese afán tuyo por competir has sabido ser generosa, cualidad que los grandes competidores no creo que tengan, y con ello ser la persona a la que más gente quiere y, próximamente (cuando por fin llegues a publicar tus bestsellers), a la que más gente admire (aunque a algunos no nos hagan falta para hacerlo).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada, nada, pura competición. A ver, ¿quién tiene las mejores amigas que le dan los mejores ánimos del mundo entero? Pues yo. Clara vencedora :)

      Eliminar
  2. Me ha faltado escribir que graciosisima tu entrada, ingeniosa hasta para describir el momento de la concepción, que creo ser un lince, que muy bueno lo de la Esteban, que este relato no hay duda que es inventado (muy al pesar de Pedro, supongo) y que lo mejor ha sido el final... Los hay con suerte.

    ResponderEliminar
  3. Jajajajajajajaja, qué bueno el post, nena!! Te has superao...

    El interviú de la Esteban, impagable XDDD

    Qué bien escribes, joía!!! :)

    Un besote amiga!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay mi Endorfina querida!! La próxima comida, copa y puro, que me ha sabido a nada. Por lo menos ya te puesto cara (muchísimo más preciosa que tu alter ego en papel). Gracias guapura!! Un besazo gordo

      Eliminar
  4. Me encanta!! tienes tanta chispa...
    Sabes?? he pensado que podrías escribir cuentos para adultos y yo contarlos, jajajaj A especie de monólogo.
    Que envidia me das, a ti te ama el lápiz, la pluma... el papel se entrega y te invita a borronear sobre él...
    Cielo eres un crac, cuando publiques un libro por ¡¡DIOS!!! tienes que avisarme.
    Un beso de esta cuentera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues todo es ponerse, Pilar! A ver si en septiembre que empezamos cole, supero mi periodo de adaptación en tres o cuatro meses y me pongo a hacer algo en serio.
      Cuando publique un libro, si es que ese momento llega algún día, se enteran hasta en el Entrín Bajo!!!!
      Gracias cuentera bonita!! Un abrazo grande y un beso y un todo!!!

      Eliminar
  5. Muy bueno, muy gracioso y muy REAL, por lo menos hasta la mitad del post (no creo que le hagas tantas cosas al pobre Peri). pero sobre todo me gusta el enganche que consigues, la rapidez en la lectura y la energía que transmites (que nose de dónde), que me encanta.
    un besito, Esther

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues de dónde la voy a sacar?? de los 8 cereales que les doy a las niñas!! Con ellas no falla, no? pues conmigo tampoco!
      Gracias amorrrrrrrrrrrr!!!

      Eliminar